miércoles, 3 de febrero de 2010

Mujeres con gato II



(Fragmentos de algo que estoy escribiviendo. La imagen es un cuadro de la artista chilena Parnalú))



Siempre he sentido debilidad por las mujeres como ella, que son conscientes de su cuerpo pero no están pendientes de él, que hacen con su pelo lo mismo que con la vida: sacudirlo, apartarlo, recogerlo y en un impulso nada calculado, desatarlo.

Mujeres testarudas, firmes y un poco cabezotas, que a fuerza de darse de cara contra los muros, optan por hacerlo con los ojos bien abiertos y por eso adquieren esa expresión de perplejidad avisada, la frente libre de las arrugas que produce la espera del golpe, las cejas como tenues aleros de unos ojos que quieren seguir viendo incluso cuando duermen.

Mujeres dueñas de una inteligencia tan aguda que acaba pinchándoles donde más suele doler, que poseen la suficiente lucidez para presentir sus propios errores y la necesaria generosidad como para celebrar en honor a esos mismo errores, cuando llegan, una discreta fiesta de bienvenida.

Mujeres que conocen la exacta frontera entre el amor y el sexo, saben recorrer ambos territorios con pericia de nativas, pero buscan siempre el hueco en la alambrada que los separa, la tierra de nadie que no concede pasaportes pero sí gemidos y suspiros.
Mujeres puñeteramente interesantes porque ocultan un secreto de integridad nada solemne que uno nunca podrá comprender aunque te pegues a ellas durante años. Y por eso, tal vez por eso, uno siente más ganas de pegarse a ellas.

Este tipo de mujer.

Ese tipo de mujer del que yo, si fuera listo, escaparía a tiempo.

4 comentarios:

Enea dijo...

Me quedo con las ganas de seguir leyendo. Sí que enganchan tus mujeres felinas.

carlos salem dijo...

Gracias,Enea.
Iré colgando textos sueltos en estos días, ya que el tema me ronda desde hace años. También incorporaré algunos de esos textos a la novela que estoy escribiendo.
La idea orginal era escribir una novela o un libro de cuentos de mujeres con gato, pero como descubrí enseguida, ese misterio de mujer con gato no es fácil de abarcar.
Por cierto, estupendo tu blog. Lo he linkeado, espero que no te moleste.
Carlos

Enea dijo...

Pues que se vaya cocinando bien!
Sí que es complicado, yo no tengo gato y me entiendo sólo a ratos...

Gracias por linkarme. Estás invitado a pasarte cuando quieras :)

Anónimo dijo...

Llevo mucho tiempo buscando al verdadero Carlos Salem y todavía no consigo saber quién es,aunque simplemente con lo que escribe me basta para quedarme un rato perpleja leyenéndolo,me gustaría saberlo...