I
temblor de continentes,carne de galaxias,
cuando nos perseguíamos,
mutuos minotauros minuciosos,
abriendo en su cuerpo laberintos.
¡Cuánto amaba yo los sinuosos interrogantes
de sus omóplatos!
¡Con qué brutalidad tan delicada
abrazaba mis certezas!
Los recuerdos nos visten de leyenda,
pero toda la ropa nos sobraba.
II
Troya no ardió.
El caballo solo fue una metáfora con ruedas.
Ya no hay ecos ni vecinos en pie de guerra.
Nos volvimos talón,
aburridos de ser tan invencibles.
Ahora las victorias saben como derrotas
y cada uno hace la guerra por su cuenta.
No puedo regresar a Itaca. Sin ella es una isla
a la que le sobran los turistas.
La culpa no fue de las sirenas.
Mi amazona hoy monta un utilitario con extras de serie.
Penélope se cansó de esperar a los 3 meses.
Hizo bien.
Helena y Paris acuden cada jueves
a un discreto club de swingers
Donde acaba el amor, comienzan los poemas.
Cuando ya no hay nada que preguntar,
llegan,prosaicas,las respuestas.
Ahí.Dónde.Cómo.
Cuando ya no importan.
Un ciego nos dibuja de memoria.
Un cíclope nos dedica una lágrima sola
y gigantesca.