YO PIENSO DE QUE...
La cultura, en blancoQue me lapiden, si es necesario, pero lo digo o reviento: LA NOCHE EN BLANCO de Madrid poco tiene que ver con la cultura y mucho con el mamoneo y el bebercio (algo bueno tenía que tener).
Vale que con 200 actividades organizadas, habrá un puñado que valgan la pena, pero el resto (ilustrado en los periódicos nacionales con los pertinentes mapas para no perderse nada de esta gimkana), es de vergüenza ajena.
Está claro que no alcanzaba- tal vez- copiar la noche de los museos parisina, y que montar saraos lúdicos y que demanden poca reflexión y nada de criterio, sumará a cientos de miles que se sentirán originales y transgresores, sin darse cuenta de que son tratados como ovejas clónicas, carne de noticia breve en los telediarios, sorbitos de sopa boba.
Porque llenar la Plaza Dos de Mayo de pelotas de playa, organizar concursos de encestar bolas de pepel, o descansar sobre balas gigantes hechas de basura, me suena más a mega-verbena posmoderna y perroflautesca que a otra cosa. He dicho (y me he quedado más a gusto...)
Como en esta columna sin techos periodísticos que soportar, la crítica es sólo una parte de la tarea, ofrezco ideas para enriquecer, en la línea actual, futuras ediciones de La Noche en Blanco:
`- Maratón de salsa frente al Monasterio de las Descalzas, en la que, por coherencia, los participantes no llevarán calzado y el suelo estará sembrado de chinchetas. El bailarín que logre clavar en la planta de su pie derecho una chincheta con la cara de Gallaradón, ganará un viaje para dos personas por toda la red de Metro.
-Ostiómetro en la Plaza de Lavapiés: los partipantes tiznarán sus rostros con carbón o vestirán chilabas mientras son apaleados por entusiastas policías municipales. Invitados de honor: los activistas canarios en apoyo al Sáhara, así se entrenan para un próximo viaje a Marruecos. El madero que logre dar tres garrotazos a Willy Toledo, será ascendido a cabo.
-Crear, usando salva-slips y compresas, una gigantesca frase en la Gran Vía, que vaya desde Callao a la Cibeles y diga: "nosotras parimos, nosotras decidimos". Se dará para cumplir la tarea un plazo de dos horas. En caso de no acabar a tiempo, todas las participantes serán obligadas a escuchar, durante doce horas, un concierto de Bebe.
-Para seguir con la onda del recicla o muere, en la Plaza de Oriente se construirá una gigantesca batea para reciclado de papel. Los ciudadan@s llevarán todos los programas y propaganda electoral que almacenen es sus viviendas, y con el material renacido se fabricará papel higiénico gratuito para toda la población. El mensaje, evidente, es que se invertirá el proceso: esta vez, los que nos limpiaremos el culo con las promesas políticas, seremos nosotros. Pero cuidado, que raspa.
En marcha, varias otras propuestas la mar de modernas y cool, sobre las que iremos informando. Por lo pronto, una pregunta abierta a los lectores: ¿qué podríamos organizar en la castiza Plaza de la Paja?
Se admiten sugerencias.
Carlos Salem