lunes, 5 de marzo de 2012

Otro fragmento de El huevo izquierdo del Talento

"Pero Lola no estaba y lo golpeó esa urgencia inconfesable de ella, de sus comentarios irónicos, sus caderas al marchar hacia las mesas, sus caderas al volver.
A Poe le fascina el andar de Lola, aunque no sea el andar académico de un pié delante del otro en línea recta, tontería de modelos con un libro sobre la cabeza para no leerlo nunca.
No.
Lola camina empujada por una fuerza que le nace entre las piernas; nunca se lo dirá porque sonaría cutre, aunque para Poe no lo es: acaba de comprender que Lola camina con el coño, pero con una elegancia vetada a cualquier marquesa."

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