viernes, 30 de diciembre de 2011

El animal: un poema grabado en goear

Pero sigo siendo el rey, candidata en Francia a la mejor novela del otoño.

http://www.polar.sncf.com/index.php?option=com_content&view=category&id=6&Itemid=2



Resulta que me acabo de enterar que la versión francesa de Pero sigo siendo el rey, es finalista para los premios de novela negra de otoño, y si gana, pasa a la final para la mejor del año. Quien quiiera votarla , puede buscar aquí. Mercí. 

LISEZ, NOTEZ, VOTEZ !
Fin du suspense : vous avez désigné le coupable de l’Eté! Avant d’aller dormir de Steve J. Watson (Editions Sonatine) est qualifié pour la Finale de la 12ème édition du Prix SNCF du polar.
A présent, voici 5 nouveaux romans, en lice pour la sélection Automne. A vous de les juger et d’attribuer vos notes.
Cliquez sur les couvertures pour accéder à la fiche de chaque roman et télécharger les premières pages. Vous avez jusqu’au mardi 3 janvier 2012 pour voter.
Le roman ayant obtenu la meilleure note sera déclaré vainqueur de la Sélection Automne.
Et pour satisfaire votre faim insatiable de polars, vous pourrez découvrir et dévorer la sélection Hiver début 2012.
Enfin, au Printemps, les romans finalistes de cette édition 2012 s’affronteront pour décrocher le titre de Lauréat du Prix SNCF du polar.

Hyde & Hyde

Hyde & Hyde

I
Ahora que he renunciado
de momento
a las pociones
toca asumir mi condición de villano de opereta.
La culpa revolotea
mariposa de papel albal
y sus alas cortan como alfanjes.
He fumado demasiado en demasiadas camas
el cigarrillo de después
y en cada tos se me escapa un beso
para nadie
que pueda recordar
sin que otra mariposa
me rebane una loncha del corazón
o de la polla
(aún no aprendí a diferenciarlos).

II
Me gusta de a ratos
ser la bestia que acecha
los callejones sin salida de tus ingles
pero estoy tan cansado de soltar carcajadas de hielo
que para variar y sin que sirva de precedente
seré bueno
hasta el lunes por la tarde.
No me divierte el trabajo de engendro
a jornada completa
pero el mal
apréndelo querida
antes de que sea tarde en tus pestañas
no está en mi triste deambular por las sombras
sino en las aspirinas con receta
que el doctor jekyll te prescribe
para curar melancolías.
El monstruo es él
y yo sólo un adicto del amor que sangra
cazo porque lo que me gusta
no lo envasan al vacío
mato cuando me estoy muriendo
por verte
y me marcho para no saber
que no has venido.

No es un lobo inaudito en la ciudad
ése que ruge de dolor cuando anochece
soy yo
que te busco entre las sombras
de víctima en víctima
sin saber quién eres todavía.

III
Me acusan de tantos crímenes pueriles
que me avergüenza confesar el único
y reciente:
he matado al buen doctor
ya no hay jekyll al que volver por las mañanas
pedirle que recicle y saque la basura
pague las facturas puntualmente
y alimente a la palomas.
Ya no hay jekyll amor
sólo este hyde & hyde que soy
el amante de los eclipses de sol
de las muchachas alunadas
como tú
el habitante de las peludas penumbras
en las que te desnudas
para volver a ser tu propio monstruo.

Así que tú decides
amor:
no vuelvas a llamarme
o deja abierta tu ventana
como todas las noches
para que la bestia vuelva
con el apetito intacto
pero sin moralejas
ni coartadas
a devorarte el coño
y la esperanza.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Te traes, un poema en GOEAR



La casa

La casa

Después de limpiar toda la casa
exprimo las botellas y riego el suelo
para que siga oliendo a nosotros.
Con los ceniceros
tardo más
y los dejo rebosar de collillas
y momentos compartidos.

Ya sabes que me gusta escribir en el humo
y la ceniza es la espuma de las olas
que nos mantienen en el aire
y aquí siempre es de noche
porque el sol 
monta guardia fuera
para que nada nos moleste.

Friego todos los jarros de café
para preparate cientos de desayunos
cuando la mañana nos sorprenda.
Dejo la cama para el final
porque me niego a despojar las sábanas
de tu forma o tu esencia
y tu calor sigue en ellas
durante días
hasta que vuelves a encenderlas.
Lavo tu copa negra con cuidado infinito 
para un tipo tan manazas
quiero que llegue intacta hasta el próximo ritual
de amor oculto y evidente.

Antes de dormirme, lo confieso
beso tu tanga 
que más que un trofeo
o una prueba
es el expediente secreto
de las noches que vienen
de camino.

Ventilo la casa.
Me acuesto
y cuando despierto de repente
creo que has bajado al baño
y volverás con tus sonrisas
abiertas
y dispuestas a la dicha.

Comprendo que no estás
y sin embargo
estás toda la noche y todo el día
brindado con mi vida
borrachos los dos de realidad
de la que no se compra hecha
de la que se amasa con lágrimas a veces
de la que puede llegar a marear
pero no deja resaca
esa realidad poco académica
de la que
sin embargo
siempre quieres una copa más
y siempre tengo a mano
otra botella.

Interrogo al silencio
y se ríe de mis dudas
este silencio está repleto
de tus voces
y todas repiten 
pronto
todas cantan una ranchera 
extrañamente feliz
sobre nosotros
una canción con un final por escribir
y a la que le quedan tantos besos
como estrofas.

Estoy celoso
amor
mi casa también 
te ama y te tiene
te busca y te convoca
mi casa 
es nuestra casa desde la primera noche
en que te vimos desnuda
incendiando penas
como una llama
para mostrarle el camino a la alegría.

La casa
nuestra casa
y yo
te esperamos.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Me das

Me das
tu valor acobardado de razones
tus necesidad de hacerlo bien
mientras lo haces
todos esos miedos que no logran frenarte
tu elegancia para andar a tientas
o a copas
tu saber estar y ser
(incluso cuando crees que no sabes)
tu amor con y sin dudas
que vale mas que siete reinos.

Me das
tus ganas de reír sabiendo por qué
tus llantos de felicidad en la burbuja
tu impulso de abrazarme por la calle
tu incredulidad llena de fe en mí
tus preguntas eternas y fugaces
esa pena sin nombre ni cara
que a veces te acompaña
y a veces te persigue.

Tu latido por dentro que inunda
días y colchones
todos los poemas que contienes
y no dejas volar por pudor
pero se asoman
por las puntas de tus dedos.
Esa mirada que cura y mata
con la misma pervertida inocencia

Me das tus manos
no sabes cuánto dan tus manos
cuánto te delatan
y te explican sin palabras
tus manos.

Me das la pantera del siempre
y la del ya veremos
la fiera en pompa
y la ranita
la mujer mas mujer
y la niña perdida
con miedo a crecer pero que crece
y no deja de creer desde las alas.
La jovencísima cómplice
la amante sin edad
la que se asusta si la quieren demasiado
la que exige sin decirlo
ser querida.

Me das lo que ya has dado antes
lo que no volverás a dar a nadie
lo que puedes ser
lo que todavía desconoces
pero intuyes.

Me das tu decisión de ser como quieres
y no como digan
tus miedos a no llegar
tus futuras partidas
tus regresos a mí.

Me das tanto
que voy a necesitar
cientos de noches y poemas
para explicártelo.

Y como también me das
tu obstinación
al preguntar qué veo en ti
me temo que tendré que volver
a explicarlo otra vez.

martes, 27 de diciembre de 2011

(Texto completo del artículo publicado en Culturamas)

http://www.culturamas.es/blog/2011/12/27/gonga-se-fue-a-otro-bar/



Gonga se fue a otro bar

Carlos Salem


Odio los panegíricos y la costumbre de santificar la memoria de la gente cuando muere, en lugar de conocerla en vida. Gonzalo Torrente Malvido, Gonga para unos pocos, quedará a salvo de eso, supongo, porque hizo de si mismo su mejor personaje. Amaba la literatura como un amante y no como un marido, y nunca dejó de quererla de cerca y lejos.
Anduvo por todos los mares y todos los bares que encontró, y siempre lo recordaré un domingo a medianoche,en el Bukowski club, bailando apretado un tango de Gardel con una preciosa muchacha morena que -le dije, para provocarlo- podría haber sido su nieta.
"Pero no lo es", me contestó.
Como la fama lo esquivó (o cuando vino a buscarlo él andaba en otra cosa), su muerte y su vida no serán objeto de casquería. Y mira que habría anécdotas que contar sobre Gonga y sus andanzas. Pero no hace falta. Ninguna falta.
Y digan lo que digan, será inevitable verlo derivar por las noches de Lavapiés o Malasaña, con su gorra de capitán sin barco y su excelente mal carácter, tejiendo una historia inacabable con sus propios días.
Quien quiera saber más de su obra, que busque en wikipedia y otros archivos. El último libro, Puro cuento, es una joyita en la que volcó lo que pensaba y sabía sobre el asunto. Y sabía mucho.
Tuvo acceso a todos los cenáculos literarios y de todos de alejó o hizo que lo alejaran. La gustaba comer bien cuando había con qué, pero si no había mucho, preparaba un caldo gallego de antología y lo hacíamos bajar con vino blanco de tetrabrick, que al fin y al cabo es vino o algo parecido.
Compartió conmigo lo nervios de mi primera publicación y me dijo que Camino de ida sería mi ganzúa para entrar a la literatura por la puerta del costado, "que es la que a ti te gusta, y además, en la otra, la grande, siempre hay cabrones vigilando para que no se cuele gente como nosotros". Pensaba, como yo, que el que se sienta a escribir un cuento sin haberse bebido antes a Conrad, London, Stevenson, Cortázar y Borges, pierde el tiempo y se lo hace perder a sus lectores. Decía que escribir bien no era un don sino una obligación, y cuando leía algo bueno de verdad, se entusiasmaba como un crío travieso que ve el primer arco iris o la primera teta de su vida.
Se fue. Me enseñó lo que no está en los libros, me dijo que tenía que seguir escribiendo para que no crecieran mis demonios, que yo escribía porque no me aguantaba a mi mismo, y que ese era un buen combustible.
Hace unos años, cuando en el Bukowski club Inés y yo empezábamos a jugar en serio a que la literatura se bebiera unas copas y que quitara el refajo, Gonga era el crítico más feroz y el más feliz cuando descubría un talento entre el humo del local. Por ese tiempo, Igor Heras le hizo de memoria esta exacta caricatura y yo el poema inexacto que la acompaña.
Él andaba en la calle, donde la vida se levanta la falda en los portales o vomita una pena de más; y en los bares por los que dejaba caer su socarrona forma de verlo todo con los ojos entrecerrados, como si no acabara de creerse el mundo o se lo creyera demasiado. O cantando una bossa nova  ante un micrófono afónico y  peleón, tras leer su poema dedicado a una rubia tonta americana o a la eterna nostalgia de la mar, esa otra mujer que nunca te suelta del todo.
Siempre fue un seductor, y citando a otro canalla de los que no deben faltarnos nunca, un tal Sabina, no puedo escribir un versos mejores que los que él parió con Fito Páez para la canción-epitafio de otro persojane singular:

Parece que fue ayer cuando se fué
al barrio que hay detrás de las estrellas,
la muerte, que es celosa y es mujer,
se encaprichó con él
y lo llevó a dormir siempre con ella.

Aunque, bien pensado, ni él ni yo creemos en eternidades, que no cunda el pánico en el cielo ni hace falta esconder a las angelitas de minifalda que por allí pulularían, si el cielo existiera.
Pero esté donde esté, estará en otro bar, pegado a la barra, sorbiendo un chupito de whisky y leyendo a la gente sin prisas, como esa novela que soñaba escribir, "para darle en los morros a muchos gilipollas", y que nunca terminó, porque estaba demasiado ocupado viviendo.

Salud, Gonga. La borrachera de esta noche, va por ti.

Y la de mañana, también.

Gonga se fue a otro bar

Hace unos años, cuando en el Bukowski club jugábamos en serio a que la literatura se bebiera unas copas y que quitara el refajo, Gonzalo Torrente Malvido, Gonga para unos pocos,  era el crítico más feroz y el más feliz cuando descubría un talento entre el humo del local. Por ese tiempo, Igor Heras le hizo de memoria esta exacta caricatura y yo este poema inexacto. Se fue. Me enseñó lo que no está en los libros, me dijo que tenía que seguir escribiendo para matar mis demonios, que yo escribía porque no me aguantaba a mi mismo, y que ese era un buen combustible. Se fue. Ni él ni yo creemos en eternidades, que no cunda el pánico en el cielo ni hace falta esconder  a las angelitas de minifalda que por allí pulularían si el cielo existiera. Pero esté donde esté, estará en otro bar, pegado a la barra, sorbiendo un chupito de whisky y leyendo la vida sin prisas, como una novela por escribir. 
Salud, Gonga. La borrachera de esta noche, va por ti. 

lunes, 26 de diciembre de 2011

Nochebuena

El teléfono enmudece y es probable que no tengas nada que decirme.
O que el dolor te emborrache como un vino traicionero y se lleve tus palabras a otra parte.

Esta noche que te intuyo herida y mis manos no te encuentran,
reniego de mis manos.

Si estos poemas no sirven como breve combustible
para encender una hoguera que te abrigue cuando estás perdida,
¿Para qué sirven?

Te siento en todas partes pero no estás en ninguna.

Intento consolarme repitiendo que sabes donde hallarme,
si te hace falta recordar quién sueles ser cuando te gustas.

O que prefieres lamer a solas tus heridas
para comprobar que aún sabes como hacerlo.

No lo digo para agregar una pena ajena a las que ya acarreas,
sino para que le cuentes a tu soledad que ya no está tan sola.

Sin más recurso que el respeto, acaricio la nada y te acaricio toda

Que diría González

Algunos lunes me levanto pero sigo tumbado por dentro.
O admito que me conozco demasiado y no me quiero ver despierto.

Esos días con redacción de ultimátum para nadie,
que nacen atardeciendo, y sin tenerte a mano de mis manos,
cuando me pesan los años, y me aplastan los destierros.

Nada grave, que diría don Ángel.
La vida, la muerte. Nada grave.

Jornadas en las procuro olvidar quien fui o como me llamo,
enemigo a muerte de mi mismo por sólidos motivos,
emboscadas en las que no te escribo ni te busco temprano.

Esos días, que saben a sopa de ceniza y tienen el color de mi colada,
salta la alarma en tu instinto de gacela con garras de pantera y llamas,
con esa voz tuya que me lame las angustias, y  me cambia las mañanas.

Nada grave, que diría González.
El tiempo, el amor. Nada Grave.

Digamos que hoy me levanté otoñal,
pero hablé un rato contigo
y ya tengo los bolsillos llenos de veranos.

Cuando quieras/puedas
ven a buscarlos.

Memorias circulares del hombre-peonza



Comencé a girar
con dos años y medio
a la hora de la siesta
cuando metí el brazo
hasta el hombro
en el sexo-volcán de un hormiguero
y no he dejado de girar desde esa siesta
en contra del sentido
de las agujas del reloj
un coriolis sin pasaporte
ni hemisferios.

Dicen que cuando giras
todo el tiempo
contra el tiempo
se pierden los detalles
pero no es cierto:
es la estela del detalle lo que tienes
espumas de un paisaje
comisuras de labios
que te llaman sin nombrarte
un huracán de pestañas
una mano que roza el movimiento
y poco más.

Porque el que gira
mas que perderse los momentos
los congela
y en la próxima vuelta
ya forman parte de su piel de madera.

Rotación y traslación
como la tierra
y al igual que el planeta
el hombre peonza
no pregunta porque gira
lo hace
y gana tiempo
mientras el tiempo se pierde
en cada giro.
No creas que el oficio de peonza
es cosa fácil
tiene sus riesgos
sus leyes
sus renuncias
a veces quieres quedarte en un aroma
y cuando vuelvas a pasar
ya no será mismo perfume.
Tenía razón el griego aquél que dijo
que no vuelves a cruzar el mismo río
sólo olvidó decir
que el agua nunca cambia
eres tú quién no vuelve
a ser el mismo.
Tampoco creas que tu eje
se mantiene estable
horadando la vida de los otros:
ser peonza es pasar
estar a solas
hablar con los espejos
y no estar casi nunca
de acuerdo con ellos.
No se elige girar
se gira
y punto
a los dos años y medio
a los cuarenta
o cuatro horas antes de palmarla
sólo giras
y vas
en este viaje circular y necio
que no empieza ni termina en punto cierto.

Yo no decidí ser esta peonza humana
sólo lo he sido
recopilando fragmentos de miradas
palabra
que acaban siempre en on
alguna lagrima que enseguida se despega
la duda de lo que hubiera podido ser
y no será

esta 
pregunta fija
que me impulsa 
a pensar qué debo hacer 
ahora que empiezo a girar
cada vez un poco
más lenta
men
te.


sábado, 24 de diciembre de 2011

Te traes

Te traes


Saber que andas por ahí
chiquita
comiéndote el mundo con esos ojos
que ya han visto demasiado.
Que no discutes con los pájaros
porque sabes que siempre tienen la razón
(hasta los buitres).
Y que tus piernas largas
dibujan signos de pregunta
que la vida se niega a responder.
Que duermes poco para no perderte nada
y sospechas que todo ocurre en el instante
en que descansas.
Que no les robas las monedas
a los ciegos de amor
ni les compras cupones de la ONCE
para no ganar con trampa.

Que has llorado lo justo y la injusticia.
Que te abres como se abre la mañana
cuando el día merece la alegría.
Que eres tímidamente temeraria
escandalosamente discreta
coherente hasta la contradicción
cometa subterráneo
volcán hecho de nubes
sangre que enciende fuegos
en lugar de apagarlos.

Saber que andas por ahí
chiquita
y que en algún parpadeo me tocas
o te tocas
sin analizar el precio de los besos
ni la cotización bursátil del deseo
hace que el día siga teniendo
el tacto de tus noches
y por lo tanto
me río en la cara de los calendarios
mientras las sábanas bailan
cuando no las veo
un tango feliz de bienvenida.

Y yo
bicéfalo al pensarte
sonrío a nadie
o sea a ti
que llegas y te traes
con esos ojos que ya han visto demasiado
y por suerte
no se cansan
todavía
de mirarme.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Las despedidas

He conocido ya contigo una infinita variedad de despedidas.
(Esta manía mía de acompañarte hasta el anden,
solo para olvides que otro extremo del trayecto
no hay nadie que te entienda y te reciba.)

Te has  despedido con prisas,
con ebria euforia sin recato,
com besos para el escándalo de pasajeros que no saben que lo son,
con piquitos por si acaso,
te has despedido dejando en mi dedo medio tu sabor más profundo,
preocupada por lo que te espera en un pueblo al que no perteneces,
impaciente por llegar allí para volver a mi en un par de horas,
agobiada por problemas o secretos,
y creo recordar que una vez,
enfadada por no recuerdo bien qué exceso mío
que juré  no volvería a repetirse.

Y lo que me asombra
no es la versatilidad de nuestras despedidas,
sino que cada vez te digo adiós
como si te dijera "bienvenida".

Eso me gusta, porque es otra forma de tenerte,
cuando crees que te vas
y la parte de ti que no se rinde
 se queda conmigo.

Eso me gusta.
Pero por si acaso, vuelve.

martes, 20 de diciembre de 2011

Mis con-razones

Hace ya unos años, mi amigo Escandar Algeet, uno de esos poetas necesarios que modelan sus versos con las palabras de cada día, escribió un excelente texto llamado "Co-razones". Lo abría con un verso mío, soltado al azar, y al difundirlo, mencionaba mi nombre. Toda vez que Escandar tenia la costumbre de no firmar o hacerlo con pseudónimo, y que a partir de ese poema, Patty de Frutos realizó uno de sus vídeos mágicos, Co-razones alcanzó una extraordinaria difusión por la web, y una extraordinaria confusión, ya que mucha gente cree que es mío y así lo reproduce. Lo he aclarado miles de veces, en todos los espacios posibles, pero el texto se me sigue adjudicando. Nuestro común editor y amigo, Marcus Versus, tampoco sabe ya que hacer para aclarar el asunto, mas que nada por una cuestión de justicia básica.
Así es que, como la confusión sigue,aportemos algo a ella.
Aquí va mi propio con-razones, que seguramente no será tan bueno como el de Escan, que ademas de escribirlo antes, lo hizo de maravillas.

Pero no hay musa que se iguale a mi musa.




Mis con-razones

Es que no la conocéis, aunque la veáis pasar enamorando aceras
con ese moño de fotógrafa italiana que talla cada luz en su retina
y te la devuelve mejorada.

Es que no podéis saber cuántos brindis le caben en el cuerpo
ni ella sabe cuántas lagrimas le quedan, y por eso las regala.

Os conformáis con atisbar de reojo la amenaza par de sus pezones
o medir el largo interminable de sus piernas,
cuando lo que importa son sus pasos y hacia donde la llevan.

Es que no tenéis ni puta idea del poder que se siente
cuando me abraza dormida y se sabe en casa,
de la angustia acristalada cuando se queda pero se marcha,
de la caliente felicidad con que regresa, a derretir escarchas.

Es que no la habéis visto leer el diario e indignarse,
empañar con canciones tristes sus opacos ventanales,
o usar las gafas de sol cuando anochece,
para proteger de su mirada a los mortales.

Es que en su cuello podrían tatuarse, en espiral,
los poemas que explican mi verdad,
Y en su nuca caben, en tres signos tipográficos,
todas las palabras que jamás he pronunciado.

Es que cuando la maquina del mundo se detiene
y todo me sabe a error por repetir,
ella funciona.
Cuando me caigo en la trinchera que llevo años cavando,
ella sonríe y me levanta.

Cuando teme que el futuro pueda quedarle grande,
me llama y le hacemos un corte de mangas
y un tajo que va del ayer a su cadera,
que es donde empieza y termina la mañana.

Y aunque la hayáis tenido, espléndida y desnuda,
con ese galopar de felino desbocado,
si no os cambió la vida su manera de entregarse,
es que mirabais hacia el lado equivocado.

Es no la conocéis.
Es que por suerte, no acabo de aprenderla
ni la quiero descifrar.
Es que nunca sabré con cuál de ellas me acuesto
y con cuál me levanto,
pero disfruto tanto
de esta poligamia singular.

Es que no quiere hacerle daño a nadie
aunque la simplifiquen o lastimen.
Es que parece tan frágil y está hecha de acero inolvidable.

Se cree tímida, pero no sabe ni quiere estarse quieta.
Es que teme ser libre, pero no admite ataduras.
Salvo algunas noches,
cuando su espalda vuelve a ser montura
y me ofrece el animal mas bello del planeta.

Es que no podéis saber.
Es que no tenéis ni puta idea.
.
Como decía mi amigo Escandar Algeet,
hablando de otra musa,
entiendo que perdáis el culo por su culo,
o por su manera de ser como ella es,
sin condiciones.

Entiendo que queráis quererla.

Pero yo la quiero
por muchas más razones.

lunes, 19 de diciembre de 2011

A eso

A tierra fértil
recién besada
por la llovizna.

A planta marina
de un mar en el que
los sueños no se hunden.

A sutil especia oriental
que no esconde los sabores
y siempre los mejora.

A mineral precioso
frutal y blanda piedra
que late y se estremece.

A miel salada y dulce
el vino de un río subterráneo
que felizmente me emborracha.

A hembra que siempre será joven 
mientras recuerde
que son alas sus piernas.

A ciudad que amanece inaugurada
tras cada noche que ha gozado
sin dormir.

A un cuadro de klimt
pintado por Modigliani
mientras Lautrec se tocaba.

A un poema feliz de Alfonsina
entre  las olas ( si Alfonsina
hubiera sabido ser feliz).

A zumo de nube blanca
a pez de humo de hachís
a  rosa de carne inmortal
a pétalo bañado de regaliz
a manantial que hierve
a perfume de la vida.

A sonrisa 
que podría ser herida
pero no.


A todo eso

saben y huelen
tu coño y tu alma

y quiero seguir 
devorándote
los dos.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Casi nada has cambiado

Soy el mismo Hyde & Hyde
que escribió aquel poema
cuando no te conocía
y empezaba a esperarte.

He fumado desde entonces
demasiado cigarrillos del después
en camas  que  comienzan
a olvidarme
y sigo sin diferenciar del todo
mi corazón de mi polla
porque ambos laten.

Nunca miro hacia atrás
para no saber lo poco
que me queda por delante.
y me gusta que me quieran
pero me cuesta horrores querer
sin la premonición de los finales.

Casi nada has cambiado
porque soy el mismo monstruo
sin coartadas mi pociones
a las que culpar de mis delitos.
un lobo viejo al que le sientan bien
las pieles de cordero
un asesino de ilusiones ajenas
un cazador cebado con el gusto
de su propia sangre.

Y sin embargo
ahora sonrío sin motivos
velo tu sueño con celo de poeta
te hago el café como si te bebiera
y asumo que me importas sin reservas.

Soy el mismo monstruo
te lo advierto
aunque quiera quedarme eternamente en tu tejado
y espantar con rugidos
 las penas que te siguen
 como una segunda sombra empecinada.

El mismo monstruo
pero enamorado.

Casi nada has cambiado
amor.

Solo a mí.

Y para siempre.

Exilio temporal



Toque lo que toque
te estoy tocando
si separo las páginas de un libro
abro tus piernas
ya no puedo meter con inocencia
la llave en su ranura
y el eco de tus besos
me asalta en el primer descuido
mientras te acarcio en todas partes.

No te cuento a qué sabe mi saliva
pero mi dedo sabe
y me ofrezco voluntario
para que rayes los cristales de mis gafas
con  el diamante primoridal de tus pezones.

Este exilio temporal de lo más hondo
duele más que una herida permanente
tal vez porque en lo más hondo de ti
está mi barrio y mi aeropuerto
el lugar en el que nacen mis novelas
el centro de la tierra que descubro
el secreto de todas las mareas. 

Ahora que lo pienso
tengo los mismos síntomas
que cuando vivía 
más  tiempo dentro que fuera 
acaso sigo dentro
acaso siempre me sientas dentro
y este exilio temporal tenga por fin
enseñarme que este hambre de ti
va para largo
viene de lejos
y va hacia arriba
siempre hacia arriba.

Ya
falta
un 
día
menos.

Amor y catarros

Hoy prometí no escribirte ningún poema
para que la costumbre no esconda a la sorpresa,
vuelvas a revisar tu móvil con intriga
y te sientas otra vez, la cazadora y  la presa.

Hoy es domingo y tuve fiebre y algún miedo,
y el gato sin ganas de jugar y el café me sabía a calendario.
Hoy me dije que no debía decirte tanto y convertir la interrogación
en un anzuelo para pescarte el corazón y masticarlo.

Hoy me desperté prudente, timorato, conciente de mis años,
memorioso de mis  viejos fracasos programados.
Hoy fui un hombre normal durante un rato,
un fiable comprador de algo que nunca había necesitado.

Hoy, durante un par de horas, me di asco.

Pero luego recordé que te traías esta tarde,
con los ojos llenos de preguntas cuyas respuestas sabes,
con esa temerosa decisión irrevocable
que me borra cicatrices y me escribe lo importante.

Y me dije que te traes por razones
que no alcanzo a entender pero merezco,
que toda fiebre que no sea de ti es pasajera,
y no me corresponde ser normal, solo ser cierto.

En fin, es lo que tienen el amor y los catarros:
unos te hacen sentir al borde de la muerte,
el otro buscar el filo de la vida y afilarlo.

Ah, y el poema que no debía escribirte es éste.
Mira en tu móvil,
acabo de enviarlo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cumpleganas

Cumpleganas

imposible rodearte/ encerrarte en una jaula de cariño de canarios.
Y mira que lo he intentado sin querer.
Contigo /con la vida/ con la muerte tan pequeña
solo vale abrir la puerta y salir a jugarse el alma o lo que sea.

Ganar o perder no es cuestión de goles o de besos
sino de atrapar la eternidad en una mano
y gozar mientras se escapa entre los dedos.

Todo el tiempo que tengo es el que tuve
el que venga que venga bienvenido
y si viene contigo
le improvisaremos una fiesta de cumpleganas
con vino y canciones eufóricamente tristes
con un coctel de sudores y miedos granizados
con errores tal vez.

Pero sin alpiste
amor.
Sin alpiste.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Puente

Voy a salir de la cama, para buscar los retazos de mí
que anoche dejé caer en la escalera.
Me toca una vez más pelearme con el gato
para que haga sus cosas en el lugar correcto,
como si yo lo hiciera.
Terminar de escribir esa novela juvenil
porque quiero y no porque tengo que venderla.
Y aprender a extrañarte si no estás,
de un modo que no te salpique ni me duela.

Demasiadas tareas para un puente de diciembre
que si pienso en ti me huele a primavera,
y para un viejo novato que nunca supo ser feliz sin redes
y creía conocer cada respuesta.
Me has cambiado todas las preguntas
y no hay "chuleta" que resuma tus caderas.

Eso es lo bueno de este dulce desconcierto:
sé que te traes, pero será siempre una sorpresa.
Contigo hasta una pena es una fiesta.
Gracias por eso y por todo lo que venga.

Me pongo en marcha,
debo ocupar las manos y la mente hasta que vuelvas.
Después,
estarán muy atareadas en decir a tu piel
lo que nunca podré decirte en un poema.

En El Periódico de Catalunya

martes, 6 de diciembre de 2011

Dos latidos

Dos latidos

Hoy soy feliz aunque no sé si lo merezco
prefiero no indagar sobre mis méritos
(tu anillo me recuerda que vuelves esta noche
otra fecha sin fecha que celebro).

No consigo imponer a mis poemas
la angustia que los vuelva respetables.
Se indignan mis escasos seguidores.
y he sabido que planean secuestrarte.

Los comprendo, aunque ellos no comprenden:
añoran al viejo cascarrabias
que iba por la poesía pegando cabezazos
y echaba a dios de un bar por insolvente.

¿Olvidan que la pena siempre vuelve?

¿Ignoran que la muerte no descansa?

No se si ahora soy sabio o inocente,
mi peonza gira con más fuerza que antes
y cuando la pena vuelva
acaso no me encuentre,
y la muerte tendrá primero
que alcanzarme.

He comprendido que la felicidad
dura apenas dos latidos
pero entre ambos cabe
la palabra siempre.

domingo, 4 de diciembre de 2011

15 de diciembre: confieso que he bebido

El ring

El ring

Este combate de la vida ya solo puedo ganarlo por nocaut. 
No me fió de los jueces ni del arbitro con pajarita al cuello.
Nunca supe llevar la cuenta de los puntos a favor o en contra
porque dependen del lado del guante en que te sientas.

A veces me tambaleo y me pesan las  piernas.
¿Cuantos rounds llevo  ya en esta pelea?
¿Los cuento en años, es sueños con tacto de toalla,
o en los escasos ganchos de izquierda que he podido conectar?

La lona me llama, como una promesa de descanso
y empiezo a estar tan harto de que me salve la campana...
El publico quiere condecorar con mi sangre sus solapas
y alguien prepara los dedos para contarme hasta diez.

No apaguen las luces todavía.
No he caído del todo.
Y si crees que me tienes 
muerte
contra las cuerdas 
tal vez te lleves mi mejor golpe por sorpresa.


Aunque la vida sea un ring sin flores en las esquinas
yo sigo aquí, lejos de mi rincón,
peleando con mi sombra,
a ver cual de los dos
cae primero.

Trailer de El torturador arrepentido

http://www.youtube.com/watch?v=rBgS-S_n7cQ&feature=youtube_gdata_player