viernes, 2 de diciembre de 2016

África

ÁFRICA

La recuerdo diminuta y poderosa
un copo de nieve ardiendo
en mi mano
y capaz de incendiar el universo.

Recuerdo que me daba miedo
tenerla en brazos
porque la temía frágil
y la sentía invencible
y el planeta rotaba
solo para acunarla.

Recuerdo
o quiero recordar

que mi voz la calmaba
cuando estaba inquieta.

Que me buscaba
con su mirada solemne
y se dormía en paz
al encontrarme.

Que yo
             iba a ser
                             su héroe.

No lo fui.
No estuve.
No supe serlo.

Ahora es una joven mujer
pequeña e interminable.

Tiene sus propias cicatrices invisibles
y es probable que muchas lleven
la firma de mi ausencia.

Otra son suyas.
Se las ha ganado a pulso
y además yo no puedo ser
tan importante.

Escribe versos como alas de papel
en los que la tristeza se perfora
de felicidad que viene de camino
pero todavía no lo sabe.

Quiere pintar el mundo
y dibuja súper héroes
aunque la única super heroína
de su vida fue y será
con razón
su madre.

La suerte no se merece.

Por eso
yo a veces tengo
otra oportunidad.

Ya no aspiro a ser su héroe.
Pero no seré su kriptonita.

Me perdí su adolescencia
y fui una pregunta sin respuesta durante toda su infancia.

Pero no me perderé verla volar
tan alto
que el sol se aparte
para no molestarla.

Apenas me he asomado a ella.
y sigue siendo
más grande
por dentro que por fuera..

Su madre y yo
la llamamos como un continente
porque adivinamos que sería
incontenible.

Pero nos quedamos cortos.
Muy cortos.

Ahora entiendo
que debimos ponerle nombre
de galaxia.



martes, 29 de noviembre de 2016

BUENOS AIRES/ Día 5

Me había olvidado de que acá,cuando llueve, llueve. El cielo se vuelca enterito sobre el asfalto para cobrar con intereses tanto árbol salpicando verde por todo Buenos Aires, tanto rio que parece mar.
La primavera acalorada de ayer no se va, pero igual aprovecha para dormir la fiesta de anoche. Yo lo hubiera hecho, pero hay tanto por ver  y escuchar, que dormir se me hace culpa, y de esas ya traje unas cuántas en las maletas/valijas.
Llueve Buenos Aires.
Cada ciudad llueve distinta.
No creas lo que dicen los documentales. Ya bastante hicieron al convencernos de que todos los soles que vemos es cualquier lugar del mundo son el mismo sol.
Sabemos que no, pero fingimos creerles, no sea cosa que a la policía metafísica le dé por revisar nuestra ficha y nos metamos en líos.
De la luna, prefiero no hablar, que ella y yo tenemos un pacto de silencio y gritos que a nadie le interesa.
Pero la lluvia, no.
La lluvia llueve diferente en Madrid, donde no la esperamos casi nunca y la ciudad se convierte en un intrincado laberinto de paraguas asesinos blandidos por viejas que buscan desquitarse de la vida sacándole un ojo al primer poeta despistado que se cruce en su camino.
En París, se deja caer regularmente, como una amante puntual y cumplidora, rara vez torrencial, quizás porque de tanto de llover, apuesta por la eternidad de las gotas contra los  techos de cristal de esas buhardillas que siempre vi las películas y creí que no existían.  Ahora sé que existen pero no sé si alguna vez podré comprarme una. En todo caso da igual. Lo único bueno de no tener casa propia es que todas las casas son tu casa si se trata de imaginar como la lluvia las gasta con caricias.
En Barcelona, cuando llueve todo se acelera,salvo los turistas, que ya venían acelerados de casa y corren sobre seco y sobre mojado, como si en un descuido alguien pudiera terminar de construir la Sagrada Familia y ellos se lo perdieran para la foto.
En Génova, al menos cuando yo he estado, llueve sin ganas. Nunca supe si por delicadeza por parte de la lluvia, o porque se ha cansado de llover durante siglos sin poder derrotar nunca la belleza de la piedra.
En Penmarch, Bretaña, cuando llueve no sabes dónde empieza y dónde termina el mar.
En Cayenne llueve por decreto, y probablemente por decisión de la Unión Europea, y en medio de la foresta más tupida, cuando sale el sol,  brillan las pepitas de oro que ningún buscador ha de encontrar.
En Neuquén, en mi infancia, seguro que llovía, pero yo sólo me acuerdo del viento.
En Ceuta, la lluvia hacía del mar el teclado de una eterna canción de jazz africano.
En Frankfurt llovió ordenadamente y como estaba previsto.
No recuerdo como llueve en el DF. En realidad no recuerdo casi nada, solo el azul de la casa de Frida.
En Buenos Aires, después de tanto tiempo, vengo a recordar la incongruencia feliz de una lluvia tropical dónde empieza o acaba el mundo, en todo caso, lejos del ombligo.
Las calles se lavan y brillan.
La noche en mitad del día.
Las luces de los coches con su coreografía.
Los ventanales de todos los cafés se vuelven cines en sesión continua, pero hasta llegar aquí tuviste que pagar el precio de empaparte y compartir precarios refugios bajo aleros insuficientes con gente que comenta escandalizada la barbaridad de esta lluvia como si no hubiera llovido nunca.
Como si no pasara tan seguido y tan fugazmente que, horas después parece que aquí no hubiera llovido nada.
Y ha llovido mucho.
Demasiado.
Y lo que queda por llover.

martes, 22 de noviembre de 2016

BUENOS AIRES/ Día 1

Tras 21 horas desde que cerré la puerta de casa en Madrid,
reflexiono en una cafeteria
del aeropuerto en Buenos Aires.
Uno de los dos aeropuertos de Buenos Aires.
¿Adivinan a cuál le dije que tenía que ir a esperarme al amigo que me vino a buscar?
Exacto:  Al otro.
Mis maletas, envueltas en condones verde fosforito,
se descojonan como solo saben hacerlo unas maletas.
Y en la mesa de al lado,
una pareja joven y argentina
(más argentinos no pueden ser al hablar)
se pelea con tal ferocidad
que esto tiene pinta de acabar
en un hotel
o en las páginas de sucesos de los diarios.
Hay gente que no sabe querer sin morder.
Todo indica que es ella la que se va de viaje, y que no ha de ser un viaje muy largo con una maleta tan pequeña. Pero habla mordiendo las palabras y uno piensa que la galaxia no es suficientemente grande para los dos.
Él se levanta y se va de la mesa con más prisa que violencia.
Se esconde detrás del kiosco de prensa y desde aquí puedo ver que está llorando.
Eso no quiere decir que sea el bueno de esta película ni de ninguna.
Llorar no da la razón.
Gritar tampoco.
Es probable que la razón no exista cuando dos se han entendido tanto y ahora no se entienden nada.
Ella paga la cuenta y se aleja en la misma dirección.
Las chicas de la cafetería son muy majas y me han guardado las maletas detrás del mostrador.
Así que podría seguirlos, para saber si ella lo alcanza y lo besa, o se gritan el último amoroso insulto de despedida.
Me quedo aquí y pido otro café
El café del país donde nací me sabe más a café.
El  patriotismo, Incluso si es tardío y desorientado como el mío, no entiende de café.
El amor es de todo menos discreto, porque oculta y mal una necesidad de que los demás pasen y vean lo felices que somos.
El desamor es obsceno, un recordatorio de la muerte, un acto sexual entre dos momias que perdieron antes el deseo que la carne.
Afuera, la primavera le pinta a Buenos Aires esos colores que hacen que París, de a ratos, se muera de envidia.

El retorno a mi propio desconcierto del que hablaba Benedetti para definir la noción patria, empieza de un modo prometedor.
Esperemos que no cumpla demasiado.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Escandar

Aunque ponga cara de malote
en las fotos
el alma se le escapa
por las alas cortas del sombrero
para volar tan lejos
y tan cerca de los otros.

Ha abierto más cabezas
que botellines
con sus poemas de verso ancho
y su amistad es un contrato
sin otra letra pequeña que la que dice: "vuela. Y si te caes,
nos levantamos juntos, muchacho"

Es de escuchar mucho
y contar poco.
Por eso sus versos
le roban los sueños cuando sueña
y cuando se emborrachan
te los cuentan.

Ya ha cruzado la alambrada de los 30
pero sigue teniendo
esa pinta de chiquillo
al que no sabías si pedirle el DNI
para entrar al Bukowski
o seguirle la pista
porque en cualquier momento
iba a encender una utopía
para hacerla posible.

A veces
me ejerce de conciencia
sin lecciones ni moralejas.

Y tú dirás que bien pudiera yo
haberme buscado un grillo.
Pero se me ha puesto la voz
así de ronca
de tanto explicar que yo
no busco.
Encuentro

Y a mi hermano Escandar
lo encontré
hace más de 10 años
en un bar.

Y todavia seguimos abriendo a cabezazos la salida
que de a otro bar
llamado mundo
país
o municipio
en el que quepamos todos
para cambiar las medallas por abrazos
sacar a bailar a la muerte
meterle mano en la pista

y brindar
las veces que haga falta
con la vida.

sábado, 15 de octubre de 2016

El ladrón/ Le voleur


El ladrón

No pasa un día
sin que me atraque la sospecha
de que algún ladrón
cabrón
le guinda del bolsillo a mi reloj
un par de horas.

No hay noche en que no despierte
de repente
para sorprender en pleno acto de rapiña
al artesano cruel
que le saca punta al minutero.

Duermo con un martillo bajo la almohada
o un libro de tapas duras 
y palabras incuestionables de doble filo.

Tengo conciencia atómica del sonido baboso
que producen al alejarse mis segundos
pero sólo logro adivinar con quién se van
cuando ya se han ido.

Me he reconciliado con mi sombra
al comprobar que la pobre se mueve
cada vez un poco menos
y se esconde asustada  entre mis pies
cuando llega el mediodía.

Dice mi doctora que es normal
y que me ve mucho mejor
cuando acudo atardecido a su consulta.

Pero alguien se está quedando con mi tiempo
para venderlo los domingos en el rastro
y lo peor es que sospecho
de mi complicidad en el asunto.

No pienso denunciar el robo
pronto se quedará sin nada que quitarme
pero me resulta insoportable
la certeza de que conozco al delincuente
casi tanto como a mi mismo.

Estoy considerando
seriamente
empezar a beber
otra vez

Le voleur

Il ne se passe pas un jour
sans que le doute m’assaille
qu’un escroc
salaud
dans ma poche dérobe à ma montre
quelques heures.

Il ne se passe pas de nuit
que je ne me réveille
pour prendre la main dans le sac
l’artisan cruel
qui manipule les aiguilles.

Je dors un marteau sous l’oreiller
ou un livre à lourde reliure
et d’incontestables mots à double tranchant.
J’ai une conscience atomique du son baveux
que font mes secondes en s’éloignant
mais je ne peux deviner avec qui elles s’en vont
que lorsqu’elles sont déjà parties.

Je me suis réconcilié avec mon ombre
en constatant que la pauvre bouge
chaque jour un peu moins
et se cache effrayée entre mes pieds
lorsqu’arrive midi.

Mon médecin dit que c’est normal
et qu’elle me trouve beaucoup mieux
lorsque j’arrive en retard à sa consultation
mais quelqu’un garde mon temps
pour le revendre le dimanche au marché aux puces
et le pire c’est que je soupçonne
ma complicité dans cette affaire.

Je ne pense pas porter plainte
il finira vite par ne plus rien avoir à me prendre
mais je trouve insupportable
la certitude que je connais le délinquant
presque comme moi-même.

Je me demande
sérieusement
si je ne vais pas
me remettre à boire.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Toujours

Mi amigo Rafa Pons
desde su cama ve Nueva York
y piensa que tiene
que cambiar el póster.

Yo me despierto en París
me acueste donde me acueste.

Y siempre busco en la imagen
la calle en que me perdí
aquella primera tarde.

Dejé 1 cuenta sin pagar
y 1 poema a medio escribir
en 1 servilleta
sobre la mesa de 1 café.

Y cada vez que voy
vuelvo a buscarme.

Y ya
no está el poema.
Y ya no estoy yo.
Solo el café.
Y París.
Hay cuentas que nunca acabas
de pagarlas.

Toujours París.

domingo, 2 de octubre de 2016

Mis historias negras, en comic en Francia

http://www.telerama.fr/livre/bedetheque-ideale-133-laureline-mattiussi-au-milieu-des-fantomes-et-des-paumes,147775.php

martes, 20 de septiembre de 2016

Mecheros

No hace mucho escribí
1 libro
en el que me contaba la vida
contándome las mudanzas.

Y cada 1 valía 1/2 incendio.

Al releerlo supe
que me había perdonado
menos de lo que suelo perdonarme.

Y que me había perdonado demasiado.

Y me di miedo.
Me sigo dando miedo.

Porque en lugar de hacer
un curso por correo
de bombero voluntario
yo
que he dejado de fumar
de noche
salgo sonámbulo
a comprar mecheros
por todos
los chinos del barrio.
 
Nos vemos
si quieres
en el incendio que viene.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Debo dejar el descafeinado.

A veces
los sueños no alcanzan
y por eso los escribo.

A veces
envidio a mis personajes
porque tienen un dios al que culpar de sus errores.

A veces
despierto y no quiero
porque ya sé
lo que no voy a ver.

A veces
desayuno corrigiendo
mis novelas
porque a mí
no me puedo corregir.

A veces
lloro café.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Sin Moraleja 1/ Europa es un perro negro

Madrugón, porque no sé dormir lo necesario, y para mí perder un tren es una especie de catástrofe.
Maleta pequeña y silenciosa. A veces echo de menos la anterior, que hizo 30.000 kilómetros conmigo, miraban en Ryanair con desconfianza, y siempre cabia exacta en su jaula de medir maletas.
No la extraño por eso, sino por el ruido que hacían sus pequeñas ruedas, por los suelos impoluto de tanto aeropuerto. Murió, la pobre. Y si creyera en los cielos, habria un cielo de maletas, en el que mi humilde compañera le quitaría el sueño a todas las samsonites retiradas.

El caso es que voy: un huérfano más del secuestro de la Línea 1. Y busco la incertidumbre del Cercanías para el que no está habituado a esperar los trenes, si no a dejar que vengan.
Ya dije que vivo en un barco encallado en un quinto piso cerca de la Plaza Mayor, y al trepar la cuesta frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, vuelvo a toparme con ese pequeño monumento bajo, curvo, y lleno de nombres de países, que conmemora la entrada de España en la Unión Europea, y que pese a haber haber sido inaugurado hace treinta años, podría pasar inadvertido.
Es como si lo hubieran hecho con vergüenza y deprisa. Y no creo que llame mucho la atención del titular de Exteriores de España, cada vez que sale por la puerta principal, cosa que no ocurrirá con frecuencia, porque los ministros en este país, siempre salen por la puerta del costado.
Pero si lo hace, se preguntará tal vez qué es ese pequeño murete, ese monumento a unos sueños muertos antes de vivir, y ante el que nadie pone flores jamás.
Hasta hace no mucho permaneció durante varias semanas, cerca de ese monumento, una acampada improvisada que reivindicaba mayor sensibilidad de Europa y España para con los refugiados sirios. 
La acampada terminó,  pero en la puerta del Ministerio, el guardia civil que la vigila sigue portando una escopeta de grueso calibre,  tal vez por miedo a que los que se quedaron fuera de la fiesta Europea tomen por asalto los palacios llenos de despachos vacíos.
 Ya se acabó el verano, dicen. Pero el calor sigue anunciando todo lo que vamos a echarlo de menos cuando en pocas semanas más regrese el frío.
Tal vez tú no lo eches de menos.
Tal vez yo no lo eche de menos.
Pero todas las personas que duermen a la intemperie, o bajo el precario refugio de los arcos exteriores de la Plaza Mayor, saben de qué hablo.
El monumento bajito, "petiso" cómo le llamaríamos donde nací, recibe a las 8 de la mañana el homenaje más simbólico posible.
Uno de los dos perros que pasea un hombre joven con dos perros, deja su rúbrica al pie del monumento.
Nunca sabré si el supuesto propietario del can europeísta le permite hacerlo como una expresión política, o directamente es el típico capullo que cree que su perro tiene derecho a mear toda la ciudad y el que venga detrás, que huela.
Pero en este caso, como mínimo, hay algo de justicia histórica en la meada de un perro negro que, permíteme la demagogia porque voy a utilizarla de todos modos, gasta más en pienso y champú que le compra su dueño, que cualquier refugiado sirio en su alimento.
No espere nadie ninguna moraleja. Esto no es una fábula, aunque a veces parezca un cuento de terror o una mala comedia.
Ignoro si el guardia civil de la gruesa escopeta habrá intentado detener al perro, o por lo menos pedirle la documentación, para asegurarse que lo suyo era una urgencia urinaria y no una protesta radical.
Ya se sabe que los radicales somos muy malos.
Meses después de la firma que evoca este monumento-migitorio, España se sumó al acuerdo de Shengen, por el que Europa le hizo el breixit a todos sus vecinos pobres.
Tal vez el perro en cuestión era el unico politólogo que no ha conseguido curro ni siquiera en tertulias de corazón y casquería.
Tal vez es un artista conceptual y nosotros sin saberlo. Si lo que hace en la foto,  llega a hacerlo en ARCO, su "instalación" valdría cientos de miles de eruros.
En todo caso, queriendo o sin querer, me ha recordado que Europa, treinta años despues, es piedra y papel. Mojados.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Un sueño

Muero.

Algunos días muero
de lucidez
o aburrimiento.

Muero.

Y solo vienen a mi entierro
mis maletas.

Y solo me lloran
mis libros
y mis acreedores.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Demasiado pronto

DEMASIADO PRONTO

La felicidad es la mejor materia prima
para amasar desastres necesarios.
El miedo es la vacuna infalible para  evitar contagiarte con la vida.

El filo del sentido común provoca heridas extraordinarias.
La paciencia enciende fuegos
de los que se burlan los inviernos.

El dolor no enseña nada que no supieramos antes de quemarnos.
Desear a la mujer del prójimo era lo que haciámos sin mandamientos.

Todo lo que nos prohibian los carteles
oficiales era lo único que queríamos.

Aprendimos
demasiado tarde
que denasiado tarde
no existía.

miércoles, 31 de agosto de 2016

"Acabo de escapar del cielo"

http://france3-regions.blog.francetvinfo.fr/actu-bd-livrejeunesse/2016/08/31/je-viens-de-mechapper-du-ciel-un-roman-graphique-de-mattiussi-dapres-les-nouvelles-de-carlos-salem.html

viernes, 26 de agosto de 2016

Rien ne va plus!

Mueren los asesinos de tristeza.
Derrumba las ciudades un terremoto
de nostalgias malheridas.
En el fondo del mar un monstruo primigenio se despierta
con la catástrofe bailando
en sus tentáculos.

Las nubes lloran lágrimas de ácido.
Los traidores se convierten en tiranos.
Predicen lluvia de fuego los oráculos.

El fin del mundo acerca
y nosotros
nos sentimos capaces
de vencer al Apocalipsis
con poemas.

Somos patéticos.
Pero somos necesarios.

Los héroes de mañana
serán
los que derroten a los gigantes
con palabras esdrújulas
y versos que hagan real
un mundo mejor
que
hasta que nos atrevamos
a saltar sin red
seguirá siendo
un mundo
Imaginario.,

martes, 26 de julio de 2016

La mecha

Nunca sé
qué es lo que enciende la mecha del poema
ni si va a estallarme en las manos...

(Un poema de CON UN PÁJARO DE MENOS)

viernes, 17 de junio de 2016

Polvo de estrellas en un bote de colacao


Somos el error de un átomo
que le escribió un poema de amor
a la molécula equivocada.

Somos esperma de cometa
y óvulo de galaxia.
Somos polvo de estrellas
guardado en un bote 
de colacao.

Fueron necesarios un Big bang
y  millones de años de evolución
hasta que fuimos capaces
de robarle el fuego a los titanes
para inventar el Big Mac
y el cóctel molotov.

Somos entidades de carbono
capaces de crear
la bomba y el poema.
La gioconda y donald trump.
El esquirol y la huelga.
La ganzúa y la cerradura.
El porno y la telenovela.
El castigo y el pecado,
(después de disfrutarlo)

Sabemos tanto de perder que
casi
consiguen convencernos
de que ganar
es algo que ocurre siempre
en otro barrio.

Somos las que miran al cielo
y también
los que quieren arrancarle las estrellas
para adornarles el pelo.

Las  que donan vida
sin mirar a quién.
Y los que matan semejantes
por un trozo de tela coloreado

Somos estatuas de arena
luchando en el barro.

Ciegos que se leen
en las palmas de otras manos.

Somos hombres y mujeres
que en lugar de responder
se aman
preguntando.

Somos
desparejos y obstinados.
Patéticos.
Gloriosos.
Solidarios.
Desalmados.
Ingenuos.
Mentirosos.
Creativos.
Destructores.
Cobardes.
Arriesgados.
Prescindibles.
Necesarios.
Odiosos.
Enamorados.

Somos lo que cualquier Dios
pohibiría
por envidia

y tu madre
por si acaso.

Somos lo mejor y lo peor.

Somos
estúpidos
y estupendamente
humanos.

domingo, 5 de junio de 2016

La gira. parte 1

Comienza  la primera parte de la gira "Con un pájaro de menos", que acabará a finales de julio. Y en septiembre,la segunda parte.
En el cartel faltan algunas fechas y ciudades: por ejemplo el día 13 de junio en la Casa del Libro de las Ramblas en Barcelona. A las 19
Nos vemos!

La mecha

martes, 1 de marzo de 2016

Tu próxima viuda

(Este poema es la letra de una canción a la que Adrià Navarro puso música y forma parte del disco TU NOVIO VINTAGE)

TU PROXIMA VIUDA

Esa vecina que sube el volumen
del televisor
si cada noche yo pido socorro
en la casa de al lado;
cuando me mates dirá al policía
en su declaración
que ella creía que eran peleas
de enamorados.

Si en el trabajo te insulta tu jefe,
ya lo pago yo;
pierde tu equipo y los domingos
se te va la mano.
Y te disculpas, regresas con flores
y pides perdón.
Yo te quería pero ahora sé
que prometes en vano.

Mi cuento de hadas fue
una película de terror.
En vez de un príncipe azul
he tenido un tirano.
Pero cariño, tu boba durmiente
ya se despertó.
Tú no estás enfermo y yo voy
a cortar por lo sano.

No soy tu coche.
No soy tu mula.
No soy tu  madre que lo sabe
y disimula.
Llevo la cuenta
y no tengo dudas:
Más que tu muerta
voy a ser
tu próxima viuda.

sábado, 27 de febrero de 2016

Nuevo libro de poemas en mayo

El 17 de mayo sale a la venta mi nuevo libro de poemas:
Con un pájaro de menos.
(Poemas de amor y rabia)
Lo edita Espasa en su colección Espasa es Poesía, y estoy impaciente por tenerlo en las manos.

En esta ocasión, como anuncia el subtítulo, se mezclan, como en la baraja de la vida, los poemas que hablan de amores reales o escritos, con la rabia contra todo(s) lo(s) que nos hace(n) mal, incluidos nosotros mismos.

La gente que haya ido a mis recitales en los últimos meses, ya conoce alguno de los poemas, y sabe que van de la cara feliz de esta moneda,  a la que quiere cambiar muchas cosas.

En fin, que habrá alguna sorpresa, y todas las ganas del mundo de salir a compartirlo, por lo que habrá gira.

Eapero que, si lo lees, te haga sentir, como a mí, que hemos avanzado mucho y seguimos, casi enteros, en el punto de partida.