jueves, 1 de julio de 2010

En "Señas en clave de Re"



(...) Pero sigo siendo el rey es una novela de personajes cuyo cometido en la vida no parece ser otro en realidad que el de purgar sus castigos. El detective marloweiano Arregui, unido por la fatal casualidad al destino de otro hombre, un tal Juan Carlos, se lanza a una carrera sin tiempo ni espacio, o con el tiempo y el espacio dados literalmente la vuelta, en busca de las razones que pertrechan los miedos del pasado para enfrentarlos y quién sabe si lograr al fin derrotarlos. Necesito saber quién era para decidir quién quiero ser…, reza una de las líneas. Eso es precisamente lo que hacen sus personajes: buscar en el pasado —como si éste fuera un lugar al cual poder regresar— aquel niño que se pudo haber sido y ya no se recuerda; buscar en el pasado las raíces que arrostran la identidad que somos; buscar en el pasado para saber dónde está y de esa manera lograr huir definitivamente de él. Y es que sólo se puede cruzar el Rubicón una vez, y cuando lo haces ya no hay vuelta atrás posible. Ese río, para cada persona, tiene un nombre diferente. Pero para todas ellas marca un límite, un baldío peligroso, una frontera más allá de la cual lo que hay es una necesidad que se desconoce. Pero necesaria.


(Texto íntegro del excelente artículo de Rafa Godoy, pinchando abajo)

http://clavedere.blogspot.com/2010/07/cuando-uno-cruza-el-rubicon-pero-sigo.html