martes, 7 de mayo de 2013

Que seis años no es nada




El 7 de mayo de 2007, hace hoy seis años, se publicaba mi primera novela, "Camino de ida". Desde entonces han sido trece los libros que he publicado en español, y algunos de ellos se han traducido al francés, alemán e italiano. 
En breve saldrá mi nuevo libro de poemas en España, se publicará la edición bilingüe del segundo,y también saldrá mi primera novela publicada en Argentina, mi país de nacimiento y en el que viví casi la mitad de mi vida. 
En estos seis años le debo tanto apoyo a tanta gente, que la lista sería interminable, pero a riesgo de olvidos, debo mencionar a todos y cada uno de mis editores ( de Salto de página, Ya lo dijo Casimiro Parker, Ediciones Escalera, Albatros, Imagine, Talentura, Actes SudRBA, Musa a las 9, y Edebé, hasta el momento), y a mis hermanos de oficio y al mismo tiempo maestros Pedro de Paz, Leonardo Oyola, Marcelo Luján, David Torres Ruiz, Paco Ignacio Taibo II, Jorge Eduardo BenavidesRaúl Argemí, Cristina Fallarás, Fernando Marías, Luis Sepúlveda, Guillermo OrsiGabriela Cabezón Cámara, Alejandra Zina, Jerónimo Tristante, Juan Ramón Biedma, Juan Sasturaín, Sebastién Rutés, Marta Sanz, Carlos Zanón, Selva Almada, Amir Valle, Lorenzo Lunar, Juan Bas, Mario Mendoza, Willy Uribe, Ernesto Mallo, Andreu Martín, Juan Madrid, Alfonso Mateo Sagasta, Ernesto Pérez Zúñiga, Kike Ferrari, Fernando Clemot, Juan Guinot, Guillermo Roz, José Manuel Fajardo, Isabel González, Oscar Urra,Santiago Gamboa... 
(Lo dicho: la lista se hace interminable y los olvidos, imperdonables. Pero todos ellos -y los que se me quedan en el tintero de la memoria-, me han enseñado mucho de este oficio de palabrero, con su amistad, pero sobre todo con sus libros, que es como damos las cosas los que se las vamos robando a la vida para esconderlas entre una páginas impresas que acaso nadie leerá). 

Este balance provisional e incompleto lo sería aún más sin mencionar a gente que siempre creyó en mí y ha padecido mis inseguridades y ha leído con abnegación mis originales, como Cristina Macia, Judith Vernant, Ana Gil, Isabel García Mellado, Marcus Versus, Isabel Camblor, Carmen R-Santana, y por supuesto, mi agente y cómplice, Anne-Maríe Vallat. (Perdón por las omisiones, que lo son en el texto pero no en la gratitud)

Sigo viajando en metro y a veces tengo problemas para pagar el alquiler, pero no pasa un día sin que me sienta (al menos unas horas al día), por dedicarme a contar historias. 
Como dice Sabina: "Si la vida se deja yo le meto mano,y si no aún me excita mi oficio"
Y en él sigo. 
Para él vivo.
La crisis amenaza con acabar con la industria del libro, pero no podrá con los artesanos (autores y editores), que seguiremos peleando a la contra sin tirar la toalla ni hacerle ni puto caso a la campana.
Como terminaba el poema que escribí el día que cumplí los cincuenta años.
"ahora, empieza lo bueno". 



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