lunes, 26 de diciembre de 2011

Que diría González

Algunos lunes me levanto pero sigo tumbado por dentro.
O admito que me conozco demasiado y no me quiero ver despierto.

Esos días con redacción de ultimátum para nadie,
que nacen atardeciendo, y sin tenerte a mano de mis manos,
cuando me pesan los años, y me aplastan los destierros.

Nada grave, que diría don Ángel.
La vida, la muerte. Nada grave.

Jornadas en las procuro olvidar quien fui o como me llamo,
enemigo a muerte de mi mismo por sólidos motivos,
emboscadas en las que no te escribo ni te busco temprano.

Esos días, que saben a sopa de ceniza y tienen el color de mi colada,
salta la alarma en tu instinto de gacela con garras de pantera y llamas,
con esa voz tuya que me lame las angustias, y  me cambia las mañanas.

Nada grave, que diría González.
El tiempo, el amor. Nada Grave.

Digamos que hoy me levanté otoñal,
pero hablé un rato contigo
y ya tengo los bolsillos llenos de veranos.

Cuando quieras/puedas
ven a buscarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tenía ganas de verlo escrito, me gustó mucho.
Saludos.