(Para empezar el año con buena onda, un poema pesismista donde los haya, de esos que me acechan algunos lunes.)
Hallado muerto en este cuerpo vivo,
signos vitales de que el domingo hace su trabajo
y se aplica en la faena de borrar vestigios
de la semana pasada con alevosía.
Hallado muerto de ilusiones quietas
como cuadros pintados con pinceles leves,
retratos de la vida en óvalo digno y en sepia,
material de tumbas de las de antes,
con epitafio al uso, que diga lo sigue:
“Aquí no yace un hombre
que no supo quedarse quieto
el tiempo suficiente para vivir la vida
y disfrutar la muerte”.
Hallado vivo en este tiempo muerto,
con el ánimo curvado de recuerdos,
el peso del recuerdo,
las fugaces memorias que volaron,
los rostros sin otro rasgo que el gris de las ventanas
que miran y no miran que sigo estando muerto.
Acaso en esta muerte de domingo
se encierren otros fines,
telones que no impiden
que siga la función,
sin esperar aplausos
porque aunque llevo siglos con la misma comedia,
en cada nueva gala sé que lo hago peor.
Hallado muerto en este cuerpo vivo,
harto de cigarrillos, de ceniza y rencor,
contra este cuerpo muerto
de mi propia mentira
y mi propia ilusión.
Hallado vivo en este cuerpo.
Hallado muerto.
Ya no soy yo.
4 comentarios:
Cuando escribes estos poemas sin concesiones al facilismo coloquial y el fatuo lirismo, te salen cosas intensas como esta.
Saludos de tu recontracomplicado amigo.
bueno
es que no sé por qué esa manía de empezar el año con buena onda
pa optimista yo misma
:)
Abrazo
Joder Carlos, joder...
bonito comienzo de año les habrás dado a unos cuantos
un abrazo tío!
pd si voy pa madrid, ¿puedo quedarme a dormir en el bukowski?
prometo cuidarlo!
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