sábado, 1 de abril de 2017

Soy su rama

SOY SU RAMA

Los domingos a solas son los dias
en que prefieren visitarme
mis fantasmas.

Vienen en son de paz
(dicen con gestos falsos y amigables)
pero yo veo a contraluz la nervadura
de los viejos rencores que les debo
y por eso los dejo entrar en casa.

Porque son hojas caídas
y yo su rama.

No hacen ruido ni arrastran las cadenas.
Se limitan a merodear por los rincones
silban canciones que ya habia olvidado
me apuñalan sin ganas o disparan
con recuerdos de pólvora mojada.

Deberian darne miedo
pero me dan nostalgia.

Me hablan del que ya no soy
de ese pariente lejano
que no se parece nada a mí
en las fotos familiares.
Ese extraño al que a veces extraño.

Siempre discuten entre ellos
por la titularidad de algun momento
se trenzan en duelos decadentes
y me dejan el suelo perdido
de ectoplasma.

Yo los consuelo y simulo asustarme
por solidaridad de iguales.
Probablemente yo también seré
este domingo
el fantasma de alguien.

Los dejo jugar a sus horrores de opereta.
Los llamo por los nombres cambiados solo para fastidiarlos.

Sí estoy de buen humor
les invito a una cerveza y brindamos
ya que insisten.
por los supuestos buenos tiempos.

Y elijo no apenarlos
( no hay nada más triste
que un fantasma triste).
Por eso evito decirles
que lo mejor del pasado es que pasó.

Si se ponen pesados yo les hablo
de una muchacha de mirada rubia
que planta flores en el campo de batalla
y viceversa.

Y los espectros por respeto
o por envidia
callan.

Cuando se van me pregunto por qué
me quedo solo los domingos en casa.

La respuesta
(como mi vida)

es absurda y coherente:

Para que haya alguien
que les abra la puerta
cuando vienen a visitarme
mis fantasmas.

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