Despierto con resaca
afonía
deudas
una erección
que late tu nombre en Morse
y sin ti.
No es justo.
El timbre suena cada 10 minutos
y preguntan por alguien que ya no soy.
Un chino
un moro
y un gitano
pelean bajo la ventana y no es un chiste
O si lo es no tiene ni puta gracia.
Ladra un perro
Dos perros
Tres perros.
Y no hay ninguna luna que merezca los ladridos.
¿Cómo puede un martillo neumático
excavar el pavimento tantas horas
sin llegar al centro de la tierra
y quemarse en magma o mermelada?
Un cartero "no comercial"
me trae una factura que no pienso pagar.
Y según Internet
la moda japonesa en erotismo
es chuparle la córnea a los amantes
para cegarlos de placer.
La resaca pasa.
Las deudas quedan.
Los perros han dejado de ladrar.
Las discusiones multiétnicas de Lavapiés
se marchan a otra esquina.
La erección sigue pulsando
porfiada
las cinco letras de tu nombre.
Ven pronto
cómplice
para reírnos de todo esto
y hacer que el martillo neumático
parezca un juguete de playmobil
comparado con nuestra búsqueda
del centro de tu planeta.
Ven.
Prometo comerte todo
menos la córnea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario