Yo bebía con hielo todos mis recuerdos
tu usabas tequila sólo para no olvidar
Yo ya me sentía un ladrón de cuerpos,
tú, una niña mala que nunca se porta mal.
Y ocurrió por culpa de la poesía
que dos tan lejanos se pudieran acercar.
Y entre verso y verso, se nos hizo el día:
poema de cuerpos que comienzan a rimar.
Y dices que ser feliz te parece extraño,
y bailas sobre mi cama con tu tambor.
Ser feliz solo dura un rato
la octava vida de un gato
lo eterno de las esperas
lo que tardas en llegar.
Ser feliz es un arrebato
una piedra en mi zapato
el imán de tus ojeras
y las ganas de empatar.
Yo escribía del miedo a sentir de nuevo,
tú, tú tenias páginas que no querías pasar.
Yo me he vuelto loco por fingirme cuerdo,
tú, vestida de ojos que te suelen delatar.
Y ocurrió por culpa de la poesía
que adquirimos deudas que tenemos que pagar:
yo te debo orgasmos con La Pegatina,
tú una rumba alegre que te empiece a desnudar.
Y dices que ser feliz te parece extraño,
y bailas sobre mi cama con tu tambor.
Ser feliz solo dura un rato
la octava vida de un gato
lo eterno de las esperas
lo que tardas en llegar.
Ser feliz es un arrebato
una piedra en mi zapato
el imán de tus ojeras
y las ganas de empatar.
Ser feliz es un desacato
me secuestras, te rescato,
y el mundo se queda fuera,
castigado sin jugar.
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