jueves, 7 de agosto de 2008

En el blog de Sánchez Dragó y elmundo.es


(A continuación, el texto de la reseña escrita por Fernándo Sánchez Dragó, que una vez más vuelve a rindar su apoyo a una novela mía no sólo desde la pantalla de su programa LAS NOCHES BLANCAS, sino también en letra impresa. Gracias otra vez.
Y antes de que me olvide: la foto es de José Naveiras, el hombre capaz de estar en varios sitios a la vez y más cuando es para hacer un favor a alguien. Gracias también, Pepe)

(el texto en su post original, en
http://www.sanchezdrago.com/blog/?p=129

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/16/dragolandia/1216193942.html


DRAGOLANDIA
Lecturas de verano

Carlos Salem es argentino, regenta un bareto minúsculo en el barrio madrileño de Malasaña (tómense allí una copa… Está en San Vicente Ferrer), lo abre todos los miércoles a los poetas que quieren leer en público sus versos, publicó hace cosa de un año su primera novela, titulada Camino de ida, que era espléndida, y vuelve ahora a las andadas con otro divertidísimo relato de serie negra que no sólo no desmerece del anterior, sino que lo supera. Lo publica con el mismo sello editorial: Salto de Página. Se titula Matar y guardar la ropa. La acción ―más veraniega, imposible― transcurre en un camping nudista de Murcia y es trepidante, pero no escalofriante, pese a la crudeza de su planteamiento, porque el humor ―cáustico, sarcástico, mordaz, caníbal― la atempera siempre. Reirá después de haber temblado, temblará después de haber reído. Hay, por si lo dicho fuera poco, tórridas escenas que se la levantarían a un muerto. No sobran. Un retrato de nuestra época. Cinismo, pimienta y piedad. Una revelación. Un hallazgo. Un novelista que me ha reconciliado con la novela. No era fácil. Estaba harto de ese género.

¿Salem? El nombre marca. Este argentino es un brujo. Seguro que en su bareto sirven hechizos. Bébanse su libro a mi salud.


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