Kafka in love
Una mujer con gato que dejaba pasar -por miedo- cualquier amor que no fuera imposible, se hartó de la sonrisa burlona de su felino.
Y lo cambió por tres canarios.
Uno se escapó de la jaula y voló por la ventana.
Otro murió de tristeza.
El tercer canario anda suelto por el piso, juega durante horas con un ovillo de lana, y cuando ella se olvida de ponerle el alpiste, maúlla.
Por las noches, duerme a los pies de su cama. Y cuando ella murmura dormida el nombre de algún amante perdido, el canario sonríe, burlón.
Eso sí: el tapizado del sofá permanece intacto.
4 comentarios:
De los que más me ha gustado de todas tus mujeres con gato. Saludos.
increible definicion de una realidad:http://resistencia-xela2106.blogspot.com/
Carlitos, a mí los gatos me dan alergia. Me parece que soy mujer perra.
Ay, Martita: eso no cambia nada.
Lee mujeres con gato (IV) y lo entenderás.
http://elhuevoizquierdodeltalento.blogspot.com/2010/02/mujeres-con-gato-iv.html
Publicar un comentario