sábado, 5 de diciembre de 2009

...cuando yo te volví a ver


Y...,sí, volví. No canté el tango "Volver", a lo mejor porque después de 15 horas sin fumar no estaba yo para parpadeos ni de luces que a lo lejos, sino arañando el fuselaje del avión y claculando cuánto más téndría que esperar para encender un cigarrillo.
Pero volví. Y Buenos Aires, en primavera, es la piba más linda del mundo, cuando quiere. Aquí me esperaba el afecto y la hospitalidad de Juan Guinot y Leticia, con el agregado de Cyrano,un duende de siete meses que sabe mirar como si tuviera mil años y reír como si fuera siempre la primera vez. También me esperaban, de guardia, con agenda nutrida y ganas de charlas hasta el alba, Leonardo Oyola y Alejandra Zina, el esquivo super héroe Loyds, que aunque no lo diga uno sabe que suspira de cuando en cuando por Madrid, y el conocimiento directo de gente a la que he leído o con la que he cambiado mails que saltan charcos, como Selva Almada, Odiseo Sobico, Marcos Almada, José María Marcos... se me quedan nombres en el tintero y quedaré como el culo, como siempre, pero ha sido mucho, en pocos días, y lo que queda todavía.
Oyola tejió una agenda feroz y Guinot, por si me quedaba tiempo libre, también aportó lo suyo. El caso es que del jet lag ni me enteré entre visitas, entrevistas, lecturas...







Mención especial para FM LA TRIBU, http://www.fmlatribu.com/, una radio alternativa que cumple en estos días 20 años dando la palabra a la gente. Ahí me entrevistaron para el programa "Acá no es" (en estos días cuelgo el audio) y el jueves en "Rosa Molesta Club". Auspiciado por este último programa, el jueves participé en el Ciclo NARANJAS AZULES PARLANTES, dedicado a narrativa negra, en el auditorio de La Tribu, junto a Oyola, Marcos Almada, y María Inés Krimer. Fue una experiencia leer un cuento de YO LLORÉ CON TERMINATOR 2 en Buenos Aires, es decir con mi acento mestizo argeñol, y comprobar que acá también han gustado las aventuras del Poe; o encontrarme con gente que había leído mis novelas y me hablaba de Octavio, de Soldati o del Número Tres.





El miércoles leemos Leo Oyola y yo en ETERNA CADENCIA, un flamante templo de las letras instalado en Palermo, y el jueves, en la Biblioteca Nacional prensento todas mis criaturas de la mano nada menos que de Juan Sasturain (uno de mis héroes de pibe y también ahora que voy para el medio siglo), y Gabriela Cabezón, un vendabal de las letras porteñas que no para de soplar y tardará poco en llegar a España.
Pero antes, petit comité y el honor de participar en el lunes en una de las VELADAS GALLARDAS que se organizan en casa de Juan Guinot, en la que se reune buena parte de los nombres que hacen que la literatura argentinan siga viva y coleando. Después de tres años de encuentros, las veladas apuntan libro en breve y habrá que tenerlo en cuenta.
El viaje acaba de empezar, y aunque confieso que de a ratos extraño Madrid, no pienos perderme ni minuto de esta ciudad que sigue sin dormir, a veces a causa de las pesadillas, pero también porque siempre hay alguien despierto, amasando sueños.
SEGUIREMOS INFRORMANDO

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