Un jodido libro fantástico.
(Yo también puedo escribir una jodida historia de amor)
Por José Ramón Gómez Cabezas.
Hacía tiempo que no me divertía tanto leyendo y no me refiero a troncharme de risa ni nada parecido. Divertido, uno de los diccionarios escolares de mi hija lo define así: Que divierte o hace pasar el tiempo de manera alegre y entretenida.
Y es que la narrativa de Carlos Salem es así, me atrevería a aventurar por las pocas veces que hemos coincidido o lo he podido escuchar en su breve rincón bukolicoliterario que incluso el propio Carlos Salem es una persona alegre y divertida, al menos esa es la impresión que causa a pesar de su oscura vestimenta de corsario de otros tiempos. Cuando le oyes hablar te das cuenta que a diferencia de alguna suegra él no monologa de una manera casi inconsciente, si no que su discurso te va mostrando un camino ( de ida supongo) que te atrapa desde el principio y te va echando carnaza en forma de guiños y floridos poéticos escatológicoartísticos.
El nuevo libro de relatos de título tan cínico como genial “Yo también puedo escribir una jodida historia de amor” contiene de alguna forma la esencia de todos nosotros. Me explico. Enamoramiento, amor, desamor, desengaño, soledad, nostalgia...por favor, si alguien nunca ha pasado por alguno de los anteriores estados emocionales que intente localizarme, aún no hice el doctorado y su caso podría valerme una tesis.
Carlos Salem nos cuenta esa cotidianeidad nuestra de cada día desde el punto de vista del poeta voyeur que consciente de su poderoso verbo florido lo va dosificando poco a poco, atrapándote como el buen cantaor de flamenco con cada requiebro hasta que al final acunado por su narrativa al lector no le queda otro remedio que rendirse a su lectura y atrapado por el incesante eco que deja cada final de historia se ve lanzado a devorar la siguiente de manera compulsiva.
Y aparte de toda esta cursilería adjetivada que les acabo de ofrecer y que podría despistar al posible lector de “Yo también..” Una obligada recomendación para aquellos que se sientan minimamente atraídos por este libro, lean el índice del mismo y como la Hidra aquella bicéfala no podrán apartar la vista de esta genialidad de apenas 140 páginas. Y recuerden, beban, hidrátense para no convertirse en estatua de sal.
YO TAMBIEN PUEDO ESCRIBIR UNA JODIDA HISTORIA DE AMOR
Carlos Salem.
EDICIONES ESCALERA, 2008.
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